Lectura recomendada
«Si me hubieran conocido hace 30 años atrás, dirían: ‘Ahí va Marcelo, el estudiante de filosofía, el de pelo largo‘. Me conocen ahora y dicen: ‘Ahí va Marcelo, el profesor de filosofía, el pelado‘. Bueno, ¿cuál de los dos Marcelos, es Marcelo?». Esta es una de las frases que más me ha resonado de «Puan», la comedia argentina de María Alché y Benjamín Naishtat que ha aterrizado hace unas semanas en cines españoles y que distribuye La Aventura Cine.
Hablo de que es la frase que más me ha resonado porque realmente condensa el espíritu de la película, y en concreto el viaje metafórico que realiza su personaje principal, Marcelo Pena (Marcelo Subiotto), un profesor de filosofía que se ve sorprendido por la muerte repentina de su director de cátedra en la universidad, lo que conlleva que alguien deberá quedarse con su plaza. Pena parece ser su sustituto natural; sin embargo, un antiguo estudiante del fallecido catedrático y conocido por Marcelo aparece en escena: es el profesor Rafael Sujarchuk (Leonardo Sbaraglia), que ha vuelto de Alemania y aspira a disputarle el puesto con aires renovados, lo que podría suponer que Marcelo pueda conseguir el puesto.
En este sentido, el protagonista inicia un viaje -no exento de escenas disparatadas- en lo que lo importante para él no acaba siendo conseguir o no la plaza (si quieres saber si lo consigue o no, tendrás que ver la película) sino la transformación de nuestro protagonista, puesto que realiza una cambio brutal entre cómo es al comienzo y al final de la historia. De nuevo, ¿cuál de los dos Marcelos es Marcelo, el del principio o el final? Obviamente es el mismo, pero algo ha cambiado.
«Puan», una película con ecos
Creo que en esta comedia premiada en el Festival de San Sebastián 2023 encontramos mucho de lo que he llamado como «ecos»; es decir, cosas que se nos presentan al principio de la película que vuelven al final de una forma completamente distinta. Ya hemos hablado de la peculiar transformación del protagonista de la cinta (algo que, por otro lado, es común a todas las historias: normalmente el protagonista tiene que cambiar), pero los autores se han servido de otras herramientas para expresar esa transformación.
Una de las que más destaca, por ejemplo, es respecto al ofrecimiento de una profesora para que Marcelo acuda a una conferencia en Bolivia a la que había invitado previamente al profesor fallecido, y amigo personal de Marcelo. Es obvio que, como ha muerto, no va a poder acudir, por eso le pide a nuestro protagonista que lo sustituya, pero rehusa varias veces a lo largo de la película. Sin embargo, al final, acaba acudiendo.
Aún más bello es el siguiente eco: al principio de la película, piden a Marcelo que cante un tango en honor al profesor fallecido. Acepta la proposición y acaba haciéndolo, aunque titubeando, hasta que es interrumpido por Rafael Sujarchuk, que hace que toda la reunión acabe pasando de él. Sin embargo, precisamente al final, cuando se ha transformado totalmente, acaba cantando ante un público que realmente le escucha con atención.
Una crítica a la situación de la universidad pública argentina
No hay duda de que la situación política en Argentina, precisamente por la llegada de Javier Milei, está siendo objeto de muchas noticias en la prensa. Y precisamente porque en esta película se hace una crítica hacia la situación de la universidad pública en el país, sobre todo respecto a la falta de fondos y la precariedad del estudiantado y el profesorado, algunos críticos han querido relacionarlo con el nuevo residente el la Casa Rosada. Sin embargo, cuando esta película se hizo, aún no había ganado Milei, así que creo que este tipo de críticas tienen poca base.
En todo caso, creo que sí que habla de una problemática que es común en las universidades públicas de todos los estados, incluyendo el nuestro. Sin duda, es algo que hace reflexionar y pone de relieve la importancia de apostar por una universidad pública y creo que la película hace una buena lectura, que es intereante porque creo que se hace desde dentro de la misma. Es decir, que parece que los directores y guionistas conocen muy bien la situación, han hecho una crítica desde dentro y no como un observador lejano que se haya puesto a estudiar la situación.
Deja una respuesta